KANT

KANT
"El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca."

31 mar 2009

Planta reciclaje

Hay tema

Con lo de la planta incineradora tenemos tema. Los ecologistas tocan a arrebato desde la sede de Esquerra Unida. Huele a fiesta verde. Hacia tiempo que no se tenia un temazo como este. Y se echaba en falta.

El PSOE, de momento, pide información. Y los populares también. Los socialistas al Ayuntamiento y el PP a la empresa. Están cautos. ¿Resistirán la tentación o caerán en la demagogia de colores?.

Los ecologistas dirán no, la empresa dirá sí. Cada cual tiene sus intereses. Nuestros representantes, que tienen los nuestros, han de decidir. A prueba de presiones.

26 mar 2009

¿Es ZP censurable?

Un gesto

¿No hay nadie entre 45 millones de españoles mejor que ZP para gobernar la nave?
Es el que hemos elegido. Esto es una democracia, no una aristocracia.
Punto en boca, es verdad. Pero cabe un gesto de grandeza.
¿De ZP?
Del resto de la Cámara. Moción de censura y nuevo gobierno con el encargo de celebrar elecciones generales.
Eso no sería gesto de grandeza, sería un milagro.
El milagro en ésta nación aconfesional es que aguantemos tres años más.
Este es un país de milagros.
Más bien es un pueblo portentoso.
Hay pruebas

24 mar 2009

España vista por Larra

"Vuelva usted mañana" (fragmento)

Mariano José de Larra

(El Pobrecito Hablador, 11 de enero de 1833)


Un extranjero de estos fue el que se presentó en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendación para mi persona. Asuntos intrincados de familia, reclamaciones futuras, y aun proyectos vastos concebidos en París de invertir aquí sus cuantiosos caudales en tal cual especulación industrial o mercantil, eran los motivos que a nuestra patria le conducían.

Acostumbrado a la actividad en que viven nuestros vecinos, me aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si no encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital. Pareciome el extranjero digno de alguna consideración, trabé presto amistad con él, y lleno de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse. Admirole la proposición, y fue preciso explicarme más claro.

-Mirad -le dije-, monsieur Sans-délai -que así se llamaba-; vos venís decidido a pasar quince días, y a solventar en ellos vuestros asuntos.

-Ciertamente -me contestó-. Quince días, y es mucho. Mañana por la mañana buscamos un genealogista para mis asuntos de familia; por la tarde revuelve sus libros, busca mis ascendientes, y por la noche ya sé quién soy. En cuanto a mis reclamaciones, pasado mañana las presento fundadas en los datos que aquél me dé, legalizadas en debida forma; y como será una cosa clara y de justicia innegable (pues sólo en este caso haré valer mis derechos), al tercer día se juzga el caso y soy dueño de lo mío. En cuanto a mis especulaciones, en que pienso invertir mis caudales, al cuarto día ya habré presentado mis proposiciones. Serán buenas o malas, y admitidas o desechadas en el acto, y son cinco días; en el sexto, séptimo y octavo, veo lo que hay que ver en Madrid; descanso el noveno; el décimo tomo mi asiento en la diligencia, si no me conviene estar más tiempo aquí, y me vuelvo a mi casa; aún me sobran de los quince cinco días.

Al llegar aquí monsieur Sans-délai traté de reprimir una carcajada que me andaba retozando ya hacía rato en el cuerpo, y si mi educación logró sofocar mi inoportuna jovialidad, no fue bastante a impedir que se asomase a mis labios una suave sonrisa de asombro y de lástima que sus planes ejecutivos me sacaban al rostro mal de mi grado.

-Permitidme, monsieur Sans-délai -le dije entre socarrón y formal-, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince meses de estancia en Madrid.

-¿Cómo?

-Dentro de quince meses estáis aquí todavía.

-¿Os burláis?

-No por cierto.

-¿No me podré marchar cuando quiera? ¡Cierto que la idea es graciosa!

-Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador.

-¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal siempre de su país por hacerse superiores a sus compatriotas.

-Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis.

-¡Hipérboles! Yo les comunicaré a todos mi actividad.

-Todos os comunicarán su inercia.

Conocí que no estaba el señor de Sans-délai muy dispuesto a dejarse convencer sino por la experiencia, y callé por entonces, bien seguro de que no tardarían mucho los hechos en hablar por mí.

Amaneció el día siguiente, y salimos entrambos a buscar un genealogista, lo cual sólo se pudo hacer preguntando de amigo en amigo y de conocido en conocido: encontrámosle por fin, y el buen señor, aturdido de ver nuestra precipitación, declaró francamente que necesitaba tomarse algún tiempo; instósele, y por mucho favor nos dijo definitivamente que nos diéramos una vuelta por allí dentro de unos días. Sonreíme y marchámonos. Pasaron tres días; fuimos.

-Vuelva usted mañana -nos respondió la criada-, porque el señor no se ha levantado todavía.

-Vuelva usted mañana -nos dijo al siguiente día-, porque el amo acaba de salir.

-Vuelva usted mañana -nos respondió al otro-, porque el amo está durmiendo la siesta.

-Vuelva usted mañana -nos respondió el lunes siguiente-, porque hoy ha ido a los toros.

-¿Qué día, a qué hora se ve a un español? Vímosle por fin, y «Vuelva usted mañana -nos dijo-, porque se me ha olvidado. Vuelva usted mañana, porque no está en limpio».

Publicado en el Pobrecito Hablador

23 mar 2009

Internet

El avispero de Internet
Joaquin Vila
(En El Imparcial el 22 de marzo de 2009)

A estas alturas de la Historia, ya nadie se atrevería a discutir que la extensión de la infinita e invisible red de Internet por todos los recovecos de la Tierra ha supuesto una de las mayores revoluciones de la Humanidad. El mundo ha dado un salto hacia adelante difícil todavía de evaluar. Ya nada es igual.

Contábamos al nacer EL IMPARCIAL que el periodismo, por ejemplo, había ganado la batalla a sus dos grandes contendientes: la censura y el tiempo. La libertad de expresión llega ahora imparable a todos los rincones de la Tierra en directo, al instante, sin barreras. Han caído todos los muros que impedían la libre circulación de la información. Ni las dictaduras más férreas logran acallar el grito de la libertad.

Y, aunque ahora parece imposible que pueda ocurrir, si la red de Internet se agujereara irremisiblemente, el mundo sufriría un auténtico colapso. Pues la entera civilización del siglo XXI se sostiene sobre esos tentáculos cibernéticos. El mundo entero se desarrolla a una velocidad imposible de concebir sin la existencia de la mágica red que todo lo une.

Internet hace que los aviones vuelen con exactitud, que los trenes no descarrilen, que los semáforos parpadeen a tiempo, que nuestras cuentas bancarias estén al céntimo, que este periódico llegue al instante a todos los rincones del mundo, que los avances científicos se multipliquen, que el mundo avance más rápido y mejor.

Pero, como ocurre desde siempre, la libertad sólo tiene un antagonista: la seguridad. Y la red es sistemáticamente perforada por bandas enteras de delincuentes cibernéticos. No se trata sólo de los hackers, que al fin y al cabo, sólo quieren emborronar, ensuciar, torpedear.Se trata de los violadores de la intimidad que se cuelan en nuestro correo para cotillear o para destruir, de los depredadores que ponen la foto de una mujer colgada en cualquier red social en una página web de prostitución, de tantos y tantos casos de delincuentes que aprovechan esa extensa red para llenarla de bombas de relojería.

Hay expertos y hasta empresas especializadas que con la mera dirección de nuestro correo descubren la clave en unos pocos minutos y pueden leer, guardar y hasta fotocopiar nuestros mensajes. Ya se han producido muchos casos en los que se ha llegado a utilizar esa información para chantajes o extorsiones.

Sólo hay dos fórmulas para impedir que el mayor avance de la Humanidad de los últimos tiempos se convierta en un incómodo e inseguro avispero. Hay que desarrollar la seguridad de la red y hay que endurecer los delitos informáticos. Que las claves de los correos, de nuestros ordenadores se conviertan en auténticos candados imposibles de abrir y el que el que se cuele en ellos sea tratado como el delincuente que se cuela en nuestra casa. Y el que utilice la foto de un niño, de una mujer, de un hombre para destruir su imagen sea castigado con todo el peso de la ley.

Que no nos agujereen la red.

19 mar 2009

19 de marzo

Ay, padre
Ignacio Ruiz Quintano
(Publicado en ABC el 19 de marzo de 2009)

El Día de la Madre lo había inventado el Frente de Juventudes, pero el Día del Padre (del padre A, en el lenguaje de progreso) tenía que inventarlo un Pepe de nombre Pepín, don José Fernández Rodríguez, es decir, Pepín Fernández, padre de Galerías Preciados, que dijo en el periódico: «La fecha la pidieron los padres. El regalo va teniendo tanta importancia que los hombres querían un día dedicado a ellos. El regalo produce una convivencia cordial y elegante». Hasta Saladino, durante un largo asedio, enviaba a San Luis pollos y sorbetes helados. Por eso la Comunidad de Madrid nos ha regalado este año un Día del Padre festivo que, cayendo en jueves, nos abre un puente hacia la inmensa tentación de la primavera, que en la estepa del alto Duero, primavera tarda, ¡pero es tan bella y dulce cuando llega! En la España laica que nos hemos dado, San José Obrero ha quedado para comodín de puentes, de modo que unos años es fiesta y otros no, lo cual puede producir algún mareo entre los niños, que tienden lógicamente a interpretar que unos años tienen padre, o padre A, y otros, sólo padre B, con un padre C a la expectativa, y, como sabemos por la forma silogística de Aristóteles que nos enseñaron en la escuela, si A es predicado de todo B y B es predicado de todo C, entonces A es predicado de todo C, pudiendo reclamar en el ventanillo zapateril el correspondiente regalo en concepto de ayuda familiar. Al final, lo importante en un día como hoy es llamarse Pepe, como el futbolista del Madrid o el torero de San Bernardo. «De todos modos, no hay torero más bonito que Pepe Luis», dijo con dulce firmeza Doña Rosa, la beata de Pemán, alzando los ojos de su «Kempis». La inminencia de paternidad más cercana -y querida- que conozco es David Gistau, que lleva ni se sabe fuera de cuentas: quería llamar a su hijo Luca, que es nombre de delantero centro, pero si naciera hoy no tendría más remedio que llamarle Pepe, que es nombre de defensa central. Enhorabuena.

Francisco Esquivel

Vida pública, vida privada
Francisco Esquivel
(Publicado en el Diario Información)

Antesala del balcón principal del Ayuntamiento de Valencia. Rita, nuestro hombre y el presidente de la formación ríen y sonríen a pesar de que la Audiencia Nacional, tras apreciar indicios racionales de que hay una buena tostada, acaba de remitir el expediente del conocido caso al tesejota donde el magistrado José Flors se encuentra a punto de hincarle el diente. Aunque políticamente pocos presagiaban el gran bombazo debido a que venía dejándose caer que, salvo imputación del juez no ocurriría nada, nuestro hombre ha adelantado la mascletà y ha anunciado que deja el Consell: "Mi vida pública incomodaba a mi vida privada y mi vida privada podría incomodar a mi amigo y presidente, y a su proyecto político". El dimisionario consideró su decisión "razonable" porque, a su parecer, la permanencia en el Gobierno se había convertido en "una agarradera para los impúdicos intentos de tildar a un equipo honesto y serio con calificativos despreciables. Según mi análisis, me afecta la publicitación del proceso judicial, mientras que la manipulación informativa trastoca mis derechos y mis intereses como ciudadano". Es posible que digan ustedes, pero si yo no me he enterado de nada de esto. Sí, verán, lo que ocurre es que ya no lo recuerdan. Pasó tal como está descrito desde la primera línea y fue en Fallas de once años atrás cuando Cartagena renunció a sus responsabilidades en el Consell acusado de ocultar al fisco cesiones de crédito por valor de 164 millones de pesetas, proceso a día de hoy, por cierto, pendiente aún de resolución. La "cremà" que tendrá lugar en nada, y que es en la que seguro que ustedes pensaban porque andamos metidos en medio de los tradicionales juegos pirotécnicos valencianos, es otra.

16 mar 2009

Los tarjes de Camps

Pueba diabólica

Invertir la carga de la prueba, demostrar la inocencia, es inaplicable para quien esto escribe, monovero anónimo; pero Camps, prócer valenciano, ha de enfrentarse a la prueba diabólica. Es la carga del cargo, la servidumbre del poder. Ora se relamen con la miel del poder, ora sufren el ardor de su empalago.

¿Es justo?. Es política. Es otro mundo, un mundo que construyen con nuestro dinero. Y en eso, y por eso, que llegó la mujer del Cesar. No es suficiente con no ser puta, hay que dejarse ver en misa, y rezando.

15 mar 2009

Juan José Millás

Boca abajo
Juan José Millás
(Publicado en Información, 15 de marzo de 2009)

Yo empezaba los periódicos por la última página y después viajaba hasta la sección de Cultura, donde hacía un trasbordo que me llevaba a Cartas al Director. Una vez exploradas estas secciones, iba a la primera página y acometía ya la lectura del diario en el orden convencional. Poco a poco, de un modo insensible, casi sin darme cuenta, he acabado leyéndolo todo del revés, de atrás hacia delante, página a página, noticia a noticia, golpe a golpe, verso a verso. ¿Cómo he llegado a esto? Ni idea, la verdad. El problema es que esta tendencia no se ha manifestado sólo en mi relación con el periódico. Comienzo la comida, por ejemplo, con la fruta. Nada me sienta mejor que una manzana antes del filete con patatas. Y el otro día me quedé a trabajar por la noche, porque tenía que terminar una conferencia que llevaba atrasada, y me dieron las siete de la mañana casi sin darme cuenta. Me acosté a las ocho, cuando mi casa empezaba a ponerse en movimiento y dormí como un crío sin necesidad de pastillas. Al día siguiente repetí la experiencia y resultó igual de placentera.

Más aún: llegué a casa de la librería con cuatro o cinco novedades entre las que seleccioné una novela policíaca que comencé a leer por el final, un párrafo después de otro. De repente, advertí que no podía dejar de leerla de ese modo. Aquella especie de navegación corriente arriba era realmente apasionante. Todos los cabos de la acción se iban atando o desatando, no sé, con una naturalidad increíble. Al cerrar el libro y tropezar con el título comprendí su pertinencia. ¿Y si hubiera sido el autor quien la hubiera escrito del revés sin darse cuenta? ¿Y si lo estuviéramos haciendo todo así?
En cuanto al perro, era ya muy evidente desde hacía tiempo que es él el que me saca a pasear a mí, pero a la luz de los nuevos descubrimientos, este acto ha cobrado un significado especial. Ahora son las siete menos cinco de la tarde. En unos minutos, vendrá con la correa en la boca y comenzará a gemir de un modo desgarrador, haciéndome creer que es él el que necesita salir. Todo, de repente, se ha puesto en mi vida boca abajo. Prueben a leer estas líneas desde el final, a ver qué pasa.

Moda dirigentes

Forges
(El País, 15 de marzo 2009)

11 mar 2009

Aniversario

11-M
Quienes vivimos el 11-M, o el 23-F, recordamos con nitidez dónde estábamos y qué hacíamos cuando recibimos la mala noticia. El once de marzo, como el veintitrés de febrero, adquieren personalidad propia. Podemos no recordar el año. No importa, son el titulo de una historia.

Aquel 11-M, como aquel 23-F, se quiso quebrar la voluntad de una nación. La calle resistió. Este año, la España oficial, la de los políticos, ha rebajado el perfil del homenaje. Pero el ADN de este país tiene grabada la capacidad de resistencia. Perdieron los malos, aunque en la batalla cayeron 192 ciudadanos, y 2000 fueron heridos

9 mar 2009

Banderas

De banderas

Una fiesta de "caídos por la Patria", lo que antes era media España, estaría plagada de banderas con águilas. Preconstitucional. Una fiesta de "víctimas del fascismo" o "muertos por la República", lo que antes era media España, estaría plagada de banderas tricolor. Preconstitucional. Las banderas preconstitucianales, con el régimen que envolvieron, son parte de la historia de este país en blanco y negro, que lo fue.

La bandera de España es la de la monarquía constitucional, la de un país en color, que lo es. Las otras, para las clases de Historia. Aquí paz y tolerancia.

La corrección social

Facha el último
Arturo Pérez-Reverte
(Publicado en XLSemanal el 8 de marzo de 2009)


Hay un perverso acicate mutuo entre la sociedad, sus políticos y sus cronistas. Un desafío permanente para ver quién llega más lejos en la espiral del disparate. En esta España acomplejada y cobarde, el canon de lo correcto se ha convertido en perpetuo salto mortal, regado por la baba oportunista de la cochina clase que goza de coche oficial. En cuanto la sociedad establece o acepta un punto de vista, los medios informativos lo recogen y amplifican, consagrándolo aunque sea una perfecta gilipollez. Luego, ese enfoque es de nuevo recibido con entusiasmo por la sociedad, que intenta llevarlo más lejos, por el qué dirán. Maricón el último. O fascista, que se dice ahora para todo. Facha el último. La nueva pirueta es recogida por periódicos, televisión y tontos de guardia, y otra vez vuelve a desarrollarse el proceso. Así, de peldaño en peldaño, hasta el infinito. O hasta la náusea.

Un par de asuntos me recuerdan esto. Uno es la noticia de que niños de entre 11 y 15 años son sorprendidos en un descampado en ruinas jugando con armas simuladas, y que la policía las requisa; se parecen a las reales, disparan bolitas de plástico potencialmente peligrosas, y aunque su posesión es legal, manejarlas fuera de casa puede alarmar a algún vecino. Hasta ahí la cosa no tiene mayor importancia: chicos que juegan en lugar inadecuado, intervención policial. Punto. Cualquier fulano de mi generación, y de cualquier otra, ha jugado a la guerra en algún momento de su infancia. Yo lo hice, con los amigos, en el campo y en casa: pistolas, soldaditos de plomo y de plástico. Hasta un casco de soldado, tenía. Y un viejo fusil. Hace poco hablé aquí de películas de la Segunda Guerra Mundial, que no nos convirtieron en miembros de la Asociación del Rifle ni en psicópatas belicistas a Javier Marías, a Agustín Díaz Yanes ni a mí mismo. En aquellos tiempos, dabas lo que fuera por un arma como las de verdad. Quiero decir que se trata exactamente de eso: niños jugando a lo que –dejando aparte a espartanos, vikingos, jenízaros, juventudes hitlerianas y otros extremos justificables o injustificables– niños de todas las razas y colores han jugado desde que el hombre existe sobre la tierra. Impulsos naturales en un chico, aunque en los últimos tiempos una panda de cantamañanas se empeñe en que, para erradicar la violencia del mundo y que todos nos besemos en la boca disfrazados de conejito Tambor, con lo que tienen que jugar los niños varones es con Barbies y cocinitas. Que hace falta ser imbécil.

Pero el punto no es ése. Lo que me llamó la atención al leer la información, publicada a cinco columnas, no fue que los niños jugaran a la guerra ni que la policía requisara el armamento –normal, hasta ahí–, sino el enfoque del redactor. No era éste un columnista de opinión, sino un reportero de los que cuentan cosas y dejan la existencia de Dios para los editorialistas, como dijo Graham Greene o uno de ésos. Sin embargo, tomaba partido en tono de reprobación moral contra «ese supuesto juego, nada inocente», dejando entrever que jugar a la guerra situaba al grupo de niños a medio paso de un grupo paramilitar neonazi. Por lo menos.

Esa afición a etiquetar según el canon, a meter en el paquete información y doctrina a la moda, es propia de cierto periodismo de todos los tiempos. Lo que pasa es que ahora actúa a lo bestia, contaminando masivamente a una sociedad que, en principio, debería ser más lúcida y crítica que cuantas la precedieron. En España, en ese aspecto, la única diferencia es que hoy vivimos acogotados por lo socialmente correcto en vez de por obispos y malas bestias cuarteleras. Por los mismos fanáticos y oportunistas que antaño condenaban los escotes, el baile, los libros perversos y el relajo en las buenas costumbres, yendo siempre más allá de la moral oficial para no quedarse cortos, por si las moscas. Hoy son pacifistas ejemplares –hasta con el aliento de Al Qaida en el cogote– como ayer fueron partidarios de la Cruzada nacionalcatólica o de quien les regara la maceta. Los tontos, los lameculos y los canallas de siempre.

Sobre esa adaptación del asunto a los tiempos que corren hay otro ejemplo significativo, de hace poco. En una entrevista, y entre varias cosas de interés, un actor congoleño declaraba que el hecho de ser negro limita la clase de papeles que le ofrecen interpretar aquí. El comentario, hecho por el entrevistado con toda naturalidad y como algo obvio, era elevado por el titular del periódico a la categoría de denuncia social: «Sólo me ofrecen papeles de negro». Pues claro, pensé al leerlo. Papeles de taxista, médico, abogado, arquitecto, chapero, político, bombero, atracador, policía, rey Baltasar. De negro, o sea. Lo raro sería que le ofrecieran hacer de blanco. De Cid Campeador, por ejemplo. De capitán Alatriste o de coronel de las Waffen SS en el frente ruso. Aunque esto es España, concluí. No faltará, seguramente, quien pregunte por qué no pudo ser negro Hernán Cortés. Y todo se andará, al fin. Me temo.

4 mar 2009

Homenajes

Sólo es un dato
Hubo de todo en aquel aeroplano. E.U. acierta al colocar un texto aséptico y meramente descriptivo en el monolito. No todos estaban por la libertad. La Pasionaria se refugió en un Estado totalitario bajo un régimen represivo y atroz. Era su modelo

Sirva el monolito para recordar de dónde salió el gobierno de la II República, cuál fue la última tierra española que pisaron. Es parte de la historia de España. Sólo eso. Si lo quieren convertir en un valle de los caídos republicano será otra cosa. Ese, y no otro, puede ser el error.

3 mar 2009

Comportamientos

En la mesa y en el juego...

Manuel Martín Ferrand
(Publicado en ABC el 3 de marzo de 2009)

ESCASEA el señorío en nuestra nómina política. La mala educación es tremendamente contagiosa y el común de las personas, sin vacunar, tiende a ser atrapado por el nada ejemplar modelo de los líderes al uso. En Galicia, las elecciones autonómicas le han dado un vuelco a la realidad del poder. Emilio Pérez Touriño, con más sentido de la responsabilidad que de la grandeza, anunció ayer su dimisión como responsable del socialismo gallego. Un gesto que hubiera sido hermoso de no haberlo acompañado por el pataleo protestón frente a una campaña en la que, dijo, el PP hizo «juego sucio» y planteó, con la denuncia de sus derroches presidenciales, una «treta demagógica». Hay que saber perder.

También es importante aprender a ganar. El victorioso Alberto Núñez Feijóo, en su primera aparición audiovisual tras reconquistar la mayoría que perdió Manuel Fraga, anunció ayer que la Xunta pondrá a la venta el ostentoso Audi -¡más caro que la limousine de Barack Obama!-que utilizó Touriño. ¿Tiene algún sentido frotarle los morros al perdedor con su propia derrota? Además, en respeto litúrgico y exigible, el nuevo presidente de la Xunta debiera esperar a su investidura parlamentaria y a su toma de posesión para tomar decisiones. Una demasía descortés. En la mesa y en el juego, decían los antiguos, se conoce al caballero. Habría que añadir al aforismo el escenario electoral en el que, como vemos, cualquier exceso tiene cabida y se disculpan las más flagrantes escaseces.

En el País Vasco, en donde el crecimiento de Rosa Díez da fe de la fatiga de los partidos clásicos, tampoco la elegancia adorna la reacción electoral. Juan José Ibarretxe, como si no hubiera advertido su radical decadencia, apunta un turno de consultas con las restantes fuerzas políticas que han merecido escaño en Vitoria. Patxi López, el gran triunfador, muestra la piel de un oso al que todavía no ha desollado y Antonio Basagoiti saca pecho de vencedor sin la humildad necesaria tras haber perdido votos y representación. Las buenas maneras nunca constituyen exceso y la ciudadanía debiera exigirlas con clara rotundidad. Una cosa es, en aras de la devoción, disculparle a José Luis Rodríguez Zapatero su paro y sus crisis, o a Mariano Rajoy su desconcierto y la corrupción que le circunda, y otra permitírsele a nadie el exabrupto grosero o el desplante chabacano. La urbanidad es un bien político.

2 mar 2009

Galicia y País Vasco

El retroceso nacionalista

Manuel Martín Ferrand
(Publicado en Estrella Digital el 3 de narzo de 2009)

Ya sabemos, salvo que el número de muertos votantes americanos supere los números de la desvergüenza -hipótesis nunca desechable a partir de nuestra pintoresca normativa electoral-, quién será el nuevo presidente de la Xunta de Galicia; pero surge una nueva, grande, trascendental y compleja incógnita: ¿quién será el nuevo lehendakari del País Vasco?

Por vez primera desde la proclamación del vigente Estatuto de Guernica, el respaldo electoral a los partidos de esencia nacionalista (PNV+Aralar+EA+EB-B = 37 escaños) es menor que el que han obtenido los que no lo son y a los que dicen constitucionalistas (PSE+PP+UPyD = 38).

El resultado gallego constituye una gran victoria para el PP y para Alberto Núñez Feijóo que recupera el fracaso de Manuel Fraga en los últimos comicios autonómicos gallegos. Es, también, un respiro para Mariano Rajoy. El fracaso conjunto que los socialistas gallegos y el disparatado BNG han cosechado durante cuatro años de palabras huecas, promesas incumplidas, ausencia de iniciativas y, en lo pragmático, retroceso económico en las cuatro provincias de la circunscripción, consiguió movilizar al electorado, que acudió a las urnas en porcentajes hasta ahora desconocidos en Galicia y que le ha devuelto al partido de la gaviota su confortable y tradicional mayoría absoluta.

El hecho de que el PP haya crecido a costa de sus dos adversarios habla por sí mismo del fracaso de ambos y, salvo que la esclerosis partitocrática lo impida, obligará a las cúspides de los socialistas y de los nacionalistas a revisar sus liderazgos en la región.

A Rajoy se le puede reconocer el mérito del esfuerzo. Nunca se le había visto al actual presidente del PP tan activo y batallador. Aunque, pervertido por la prudencia distante, llegara a decir, por si acaso, el "yo no me presento" que le trasladaba a Feijóo el posible fracaso electoral, Rajoy ha sudado la camiseta -¡una cochinada!-, quizás, por primera vez en su ya larga vida política.

En el País Vasco no se le puede decir lo mismo al líder del PP. Aunque se hayan manifestado contentos y triunfales por los 13 escaños conseguidos en el Parlamento de Vitoria, se trata de un nuevo retroceso del partido en un territorio tan trascendental para el juego político español. Antonio Basagoiti, a quien no le faltan condiciones, está todavía poco curtido para una tarea de esa envergadura. Su retroceso, prólogo del que muy posiblemente experimentará el PP en las elecciones al Parlamento Europeo, se sustenta en la inexplicada precipitación en sustituir a María San Gil, que, en su día y en condiciones verdaderamente tremendas, obtuvo dos escaños más en Vitoria y, lo más significativo, una distancia muchísimo menor con el PSE.

Lo que ahora resultará apasionante será asistir al espectáculo de la responsabilidad/irresponsabilidad que sean capaces de lucir los estados mayores del PSOE y del PP. Aunque, en puridad democrática, parece deseable que, en unas elecciones de segundo grado efectuadas con listas cerradas y bloqueadas, obtenga las llaves de la sede presidencial el partido más votado, en el País Vasco parece imprescindible el juego de la alternancia en el poder.

El PSOE, por otra parte, ya ha despreciado en más de una ocasión -Galicia, Cataluña, Cantabria...- la prioridad de la lista más votada y ahora, a la vista del paisaje dominante y de las expectativas creadas, hasta para el voluble y engañoso José Luis Rodríguez Zapatero sería muy difícil rechazar el apoyo del PP para darle el suyo al PNV. La opinión pública, aquí y ahora, no pinta mucho; pero tampoco resulta prudente para un líder en apuros, y Zapatero lo es, el andarle tocando las emociones a su propio electorado.

En el análisis, aunque sea de urgencia, no se puede dejar de valorar el mérito de Rosa Díez, la Robinson Crusoe del españolismo político. Más sola que la una, sin apoyos mediáticos ni respaldo económico, ha conseguido instalarse como la cuarta fuerza política de Galicia, aunque sin representación en Santiago, y ha colocado a uno de sus hombres en Vitoria. No es fácil averiguar la etiología del voto que la apoya; pero si yo fuera dirigente del PSOE o del PP, tanto dan, la miraría con más respeto y prevención.

El nacionalismo, especialmente el radical, el que representa Ibarretxe, retrocede en España y, palpablemente, en el País Vasco y en Galicia. Es un poco el efecto de las crisis económicas que padecemos y tanto nos afligen; pero es también, un mucho, la fatiga de unos supuestos tan viciosos y perversos como para que los territorios adquieran más valor que las personas que los habitan y la tradición y las historias inventadas tengan mayor presencia y respeto que la realidad marcada por el paso de los siglos.

1 mar 2009

Iberdrola

O ignoran o mienten

Sábado, 10 de la mañana. Una pequeña mascletá me invita a mirar por la ventana. Llego a tiempo de ver los chispazos de una torre de Iberdrola. Se va la luz y aviso a la compañía.

- Gracias señor, damos aviso a los técnicos

12.30 p.m., ningún técnico a la vista. Llamo a la compañía. Después de un duro interrogatorio de una maquina que finalmente acepta que soy quien digo ser, me dice que la avería se solucionará a la 1 p.m.

1.30 p.m.. Sigo sin luz. Llamo a la compañía. Se inicia un nuevo interrogatorio de la maquina que eludo dándole respuestas absurdas para provocar que me atienda una persona de carne y hueso. Lo consigo pasados 10 minutos. Conversación:

-Dígame señor.
-Verá, no quisiera molestar pero me habían dicho que la avería se solucionaría a la 1 p.m. y ya es la 1.30 p.m.
-Imposible, señor. No le han podido decir eso. ¿Quién se lo ha dicho?
-Una compañera suya de naturaleza mecánica que no se ha identificado.
-Pero eso no es posible, señor.
-Es lo que ha pasado. ¿Qué hago?. ¿Tiene usted alguna información?
-No
-¿Entonces?
-No sé que decirle. Bueno, es posible que lo estén reparando
-No señorita, no lo están reparando. Se ha quemado un poste y no ha venido nadie.
-Pues yo creo que sí, señor, creo que en estos momentos lo están arreglando
-Tengo el poste delante, señorita. Y aquí no ha venido nadie.
-Quizá no lo vea, pero seguro que están

Cuelgo. Intento llamar de nuevo con la esperanza de encontrar otro operador más informado. El intento me lleva cerca de veinte minutos. Lo consigo, evado el interrogatorio y contacto con una operadora. Conversación:

-Efectivamente hay una avería en su zona -esto va bien, pienso- y se reparará a la 1 p.m.
-Pero son las 2 p. m., señorita.
-Ya, pero según el parte de incidencias quedará resuelto a la 1 p.m.
-Eso ya no es posible, señorita. Son las 2 p.m. y sigo sin luz. Sólo quiero saber cuándo lo arreglaran
-A la 1 p.m., lo dice el parte

Tras varios intentos consigo convencer a al operadora de que el plazo ha pasado y le pido un informe más actualizado. Sigue la conversación:

-¿Entonces, está usted sin luz?, me pregunta asombrada

-Es el motivo de mi llamada.
-Entiendo -¡por fin, pensé!-. Un momento, señor

Un cuarto de hora después:

-¿Sigue ahí, señor?
-Sí. -comenzaba a mosquearme-
-Tengo un informe más actualizado. La reparación se hará a las 4 p.m

3.30 p.m., recibo una llamada de los técnicos de Iberdrola anunciando su llegada. Reparado.